Un total de 754 bombas fueron las que cayeron durante la Guerra Civil Española en la ciudad de Almería. Por ello, entre 1937 y 1938 se construyó esta gran obra de ingeniería: unos refugios subterráneos a más de 8 metros de profundidad, con más de 4 kilómetros de galerías y capacidad para las 50.000 personas que habitaban la ciudad. Actualmente, es uno de los mayores y mejor conservados a nivel europeo. Con un total de 101 entradas repartidas por toda la ciudad, tras la Guerra Civil, estos pasadizos cayeron en el olvido hasta que, en el 2001, realizando obras en la ciudad, encontraron este patrimonio almeriense.